miércoles, 16 de mayo de 2012

Urgencias obstétricas y ginecológicas. Actuaciones de socorrismo


Urgencias obstétricas y ginecológicas.

Actuaciones de socorrismo

·       
           El embarazo y las fases del parto
·         Actuación ante un parto de urgencia
·         Complicaciones durante el embarazo y el parto
·         Resumen

1.      Introducción

La gran mayoría de las mujeres dan a luz en los hospitales, pero debido a determinadas circunstancias (parto acelerado, accidente…) se puede producir un parto inminente y debemos saber cómo actuar. Para ello conoceremos las distintas fases del parto.

2.      Embarazo y fases del parto.

 El embarazo se produce cuando el óvulo es fecundado por un espermatozoide y se implanta en el interior del útero, donde se va a desarrollar durante cuarenta semanas, cuando se producirá el parto, en el que distinguiremos tres fases bien diferenciadas:

o   Fase de dilatación:

Nos indica el inicio del proceso del nacimiento. Consiste en la dilatación progresiva del cuello del útero hasta obtenerla suficiente amplitud para permitir el paso de la cabeza del niño a través de él. La dilatación debe llegar a situarse entre los ocho y los diez centímetros y es variable en el tiempo dependiendo de la mujer.

El síntoma que acompaña la dilatación es el dolor, que se corresponde con las contracciones uterinas, que irán aumentando su frecuencia a medida que se aproxima el momento del parto.

Un signo claro de que el proceso del parto se ha puesto en marcha es la expulsión del tapón mucoso, que está sellando el cuello de útero y se desprende al iniciarse las contracciones. Esta expulsión puede ir acompañada de la ruptura de aguas.

o   Fase de expulsión:

Consiste en la salida del feto al exterior. Las contracciones son muy frecuentes y suele durar entre veinte y treinta minuto, expulsando primero la cabeza, luego hombros y por último el resto del cuerpo.

o    Fase de expulsión de la placenta:

Una vez ha salido el recién nacido, se expulsa la placenta

3.      Actuación ante un parto de urgencia.

Iremos analizando cada fase y explicando la actuación más correcta, que siempre dependerá de la situación en la que nos encontremos y de la fase en que debamos intervenir en el supuesto que no podamos organizar un traslado.

o   Fase de dilatación:

-  En primer lugar tranquilizar a la parturienta y evitar el exceso de gente.

-  Colocar a la madre en decúbito lateral izquierdo. Esta posición permite una correcta circulación arterial hacía el feto y un buen retorno venoso de las extremidades inferiores de la madre.

-  La persona que la atienda debe lavarse las manos y si es posible utilizar guantes estériles.

o   Fase de expulsión:

 Colocar a la parturienta tendida bocarriba, en superficie plana, con las rodillas flexionadas y los muslos separados.

  Lavar sus genitales con agua y jabón

 Colocar sábanas o toallas limpias debajo de las nalgas de la mujer.

-  Explicarle que deberá colaborar en cada contracción, procurando inspirar profundamente y hacer fuerza sin soltar el aire ni por la boca ni por la nariz, para conseguir una progresión del feto a través del canal del parto.

-  Cuando la cabeza del niño comience a asomar, se protegerá el periné (zona situada entre los genitales y el ano), ejerciendo con una mano una ligera presión en la cabeza del niño, y a la vez, con la otra mano una ligera presión sobre el perineo para evitar el desgarro cuando se expulse la cabeza.

Ø  Si el cordón umbilical rodea el cuello del recién nacido, se procurará liberarlo con cuidado por detrás de la nuca.

Ø  No es preciso tirar de la cabeza del niño, espontáneamente saldrá.

Ø  Una vez salido, hay que cogerlo por los pies y ponerlo boca abajo, por si existen secreciones en el árbol respiratorio, salgan y el niño pueda respirar.

Ø  Hay que abrigar al niño para evitar la hipotermia.

Ø  Colocar al niño sobre el vientre de la madre.

Ø  Cuando el cordón umbilical cese de latir, procederemos a ligarlo con unos cordones o hilos, lo más limpios posibles, si se puede, sería conveniente hervirlos previamente. La primera ligadura se hará a unos quince centímetros del ombligo recién nacido y, la otra, a unos cinco centímetros de la primera. Es preciso apretar las ligaduras y cortar el cordón a nivel de la zona intermedia entre ambas.


o   Complicaciones:

Ø  La primera y más inmediata es que el niño nazca en malas condiciones, sin respirar. Lo primero que hay que hacer es comprobar si existe latido fetal, bien en el cordón umbilical o por tacto en el tórax. Si la determinación es positiva e incluso en el caso de que no lo sea, procederemos a estimular al niño asiéndole  por un pie o por ambos, le daremos golpecitos suaves, para ver si de este modo comienza a respirar o llorar. Si no se logra respuesta, pasaremos a realizar una respiración boca a boca-nariz.

Ø  La otra complicación puede darse en la madre, como consecuencia del desgarro del perineo, que puede provocar una hemorragia que trataremos de detener mediante la aplicación de un taponamiento con gasas. De todos modos, esta complicación en un parto espontáneo es poco habitual.

* ADVERTENCIAS

1.      No se debe apretar el abdomen para intentar acelerar la salida del feto, ya que podríamos causar lesiones.

2.      No hay que tirar nunca del feto: conviene que salga por sí mismo.

·         Fase de expulsión de la placenta:
                                                                                         
Ø  Esperar a que la placenta se desprenda y sea expulsada espontáneamente por la madre.
Ø  Guardarla en una bolsa de plástico, o recogida en un paño húmedo.
Ø  Extender las piernas de la mujer, con los muslos cruzados, colocando una toalla o compresa en los genitales.
Ø  Una vez expulsada la placenta, enseñar a la mujer a hacerse un ligero masaje en el bajo vientre para evitar hemorragias posteriores.

* ADVERTENCIAS

1.      No tirar del cordón para que la placenta salga más rápidamente.

2.      Una vez terminado el proceso del parto, es necesario activar el traslado de la madre, del recién nacido y de la placenta a un centro hospitalario.


4. Complicaciones durante el embarazo y el parto.

Las complicaciones más peligrosas y que requieren una intervención especial son:

·         Eclampsia:

Es una afección caracterizada por accesos convulsivos y que puede llevar al estado de coma. Puede aparecer al final del embarazo, durante el parto y en el postparto y está producida por una hipertensión grave.

Ante este caso intentaremos colocar a la madre en decúbito lateral izquierdo, vigilar la vía aérea y conseguir el traslado urgente a un centro sanitario.

·         Hemorragias:

La causa más frecuente que requiere una asistencia inmediata urgente es la hemorragia que se puede presentar durante el embarazo, el parto o el posparto.

Durante las primeras semanas del embarazo puede ser un signo de aborto o de embarazo ectópico (óvulo fecundado e implantado fuera del útero).

En las fases finales del embarazo generalmente indica que existen problemas placentarios como la abrupción de la placenta (separación prematura de la placenta de la pared del útero) o placenta previa (la placenta se ha desarrollado sobre el cuello del útero.

Las pautas de actuación serán las siguientes:

Todo sangrado vaginal en la embarazada exige su rápido traslado al hospital, con la mujer tendida en decúbito lateral izquierdo, pudiendo colocar apósitos sobre la vagina, sin introducir nada en ella, cambiando los apósitos cuando sea necesario, pero guardándolos, con el fin de que el sangrado pueda ser valorado en el centro sanitario.

Igualmente se hará con cualquier tipo de tejido que salga de la vagina.



BIBLIOGRAFÍA:

Manual de primeros auxilios/ Cruz Roja. Public. Madrid: El País-Aguilar, D.L. 2010






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