Urgencias obstétricas y
ginecológicas.
Actuaciones de socorrismo
·
El embarazo y las fases del parto
·
Actuación ante un parto de urgencia
·
Complicaciones durante el embarazo y el parto
·
Resumen
1. Introducción
La
gran mayoría de las mujeres dan a luz en los hospitales, pero debido a
determinadas circunstancias (parto acelerado, accidente…) se puede producir un
parto inminente y debemos saber cómo actuar. Para ello conoceremos las
distintas fases del parto.
2. Embarazo
y fases del parto.
El embarazo se produce cuando el óvulo es fecundado
por un espermatozoide y se implanta en el interior del útero, donde se va a
desarrollar durante cuarenta semanas, cuando se producirá el parto, en el que
distinguiremos tres fases bien diferenciadas:
o Fase
de dilatación:
Nos indica el inicio del
proceso del nacimiento. Consiste en la dilatación progresiva del cuello del
útero hasta obtenerla suficiente amplitud para permitir el paso de la cabeza
del niño a través de él. La dilatación debe llegar a situarse entre los ocho y
los diez centímetros y es variable en el tiempo dependiendo de la mujer.
El síntoma que acompaña la
dilatación es el dolor, que se corresponde con las contracciones uterinas, que
irán aumentando su frecuencia a medida que se aproxima el momento del parto.
Un signo claro de que el
proceso del parto se ha puesto en marcha es la expulsión del tapón mucoso, que
está sellando el cuello de útero y se desprende al iniciarse las contracciones.
Esta expulsión puede ir acompañada de la ruptura de aguas.
o Fase
de expulsión:
Consiste en la salida del
feto al exterior. Las contracciones son muy frecuentes y suele durar entre
veinte y treinta minuto, expulsando primero la cabeza, luego hombros y por
último el resto del cuerpo.
o Fase de expulsión de la placenta:
Una vez ha salido el recién nacido, se expulsa la
placenta
3. Actuación
ante un parto de urgencia.
Iremos analizando cada fase y explicando la
actuación más correcta, que siempre dependerá de la situación en la que nos
encontremos y de la fase en que debamos intervenir en el supuesto que no
podamos organizar un traslado.
o Fase
de dilatación:
-
En
primer lugar tranquilizar a la parturienta y evitar el exceso de gente.
-
Colocar
a la madre en decúbito lateral izquierdo. Esta posición permite una correcta
circulación arterial hacía el feto y un buen retorno venoso de las extremidades
inferiores de la madre.
-
La
persona que la atienda debe lavarse las manos y si es posible utilizar guantes
estériles.
o Fase
de expulsión:
Colocar
a la parturienta tendida bocarriba, en superficie plana, con las rodillas
flexionadas y los muslos separados.
Lavar
sus genitales con agua y jabón
Colocar
sábanas o toallas limpias debajo de las nalgas de la mujer.
-
Explicarle
que deberá colaborar en cada contracción, procurando inspirar profundamente y
hacer fuerza sin soltar el aire ni por la boca ni por la nariz, para conseguir
una progresión del feto a través del canal del parto.
-
Cuando
la cabeza del niño comience a asomar, se protegerá el periné (zona situada
entre los genitales y el ano), ejerciendo con una mano una ligera presión en la
cabeza del niño, y a la vez, con la otra mano una ligera presión sobre el
perineo para evitar el desgarro cuando se expulse la cabeza.
Ø
Si
el cordón umbilical rodea el cuello del recién nacido, se procurará liberarlo
con cuidado por detrás de la nuca.
Ø
No
es preciso tirar de la cabeza del niño, espontáneamente saldrá.
Ø
Una
vez salido, hay que cogerlo por los pies y ponerlo boca abajo, por si existen
secreciones en el árbol respiratorio, salgan y el niño pueda respirar.
Ø
Hay
que abrigar al niño para evitar la hipotermia.
Ø
Colocar
al niño sobre el vientre de la madre.
Ø
Cuando
el cordón umbilical cese de latir, procederemos a ligarlo con unos cordones o
hilos, lo más limpios posibles, si se puede, sería conveniente hervirlos previamente.
La primera ligadura se hará a unos quince centímetros del ombligo recién nacido
y, la otra, a unos cinco centímetros de la primera. Es preciso apretar las
ligaduras y cortar el cordón a nivel de la zona intermedia entre ambas.
o
Complicaciones:
Ø
La
primera y más inmediata es que el niño nazca en malas condiciones, sin
respirar. Lo primero que hay que hacer es comprobar si existe latido fetal,
bien en el cordón umbilical o por tacto en el tórax. Si la determinación es
positiva e incluso en el caso de que no lo sea, procederemos a estimular al
niño asiéndole por un pie o por ambos,
le daremos golpecitos suaves, para ver si de este modo comienza a respirar o
llorar. Si no se logra respuesta, pasaremos a realizar una respiración boca a
boca-nariz.
Ø
La
otra complicación puede darse en la madre, como consecuencia del desgarro del
perineo, que puede provocar una hemorragia que trataremos de detener mediante
la aplicación de un taponamiento con gasas. De todos modos, esta complicación
en un parto espontáneo es poco habitual.
* ADVERTENCIAS
1. No se debe apretar el abdomen para intentar acelerar
la salida del feto, ya que podríamos causar lesiones.
2. No hay que tirar nunca del feto: conviene que salga
por sí mismo.
·
Fase de expulsión de la placenta:
Ø
Esperar
a que la placenta se desprenda y sea expulsada espontáneamente por la madre.
Ø
Guardarla
en una bolsa de plástico, o recogida en un paño húmedo.
Ø
Extender
las piernas de la mujer, con los muslos cruzados, colocando una toalla o
compresa en los genitales.
Ø
Una
vez expulsada la placenta, enseñar a la mujer a hacerse un ligero masaje en el
bajo vientre para evitar hemorragias posteriores.
* ADVERTENCIAS
1. No tirar del cordón para que la placenta salga más
rápidamente.
2. Una vez terminado el proceso del parto, es necesario
activar el traslado de la madre, del recién nacido y de la placenta a un centro
hospitalario.
4.
Complicaciones durante el embarazo y el parto.
Las complicaciones más peligrosas y que requieren
una intervención especial son:
·
Eclampsia:
Es una afección caracterizada por accesos
convulsivos y que puede llevar al estado de coma. Puede aparecer al final del
embarazo, durante el parto y en el postparto y está producida por una
hipertensión grave.
Ante este caso intentaremos colocar a la madre en
decúbito lateral izquierdo, vigilar la vía aérea y conseguir el traslado
urgente a un centro sanitario.
·
Hemorragias:
La causa más frecuente que requiere una asistencia
inmediata urgente es la hemorragia que se puede presentar durante el embarazo,
el parto o el posparto.
Durante las primeras semanas del embarazo puede ser
un signo de aborto o de embarazo ectópico (óvulo fecundado e implantado fuera
del útero).
En las fases finales del embarazo generalmente
indica que existen problemas placentarios como la abrupción de la placenta
(separación prematura de la placenta de la pared del útero) o placenta previa
(la placenta se ha desarrollado sobre el cuello del útero.
Las pautas de actuación serán las siguientes:
Todo sangrado vaginal en la embarazada exige su
rápido traslado al hospital, con la mujer tendida en decúbito lateral
izquierdo, pudiendo colocar apósitos sobre la vagina, sin introducir nada en
ella, cambiando los apósitos cuando sea necesario, pero guardándolos, con el
fin de que el sangrado pueda ser valorado en el centro sanitario.
Igualmente se hará con cualquier tipo de tejido que
salga de la vagina.
BIBLIOGRAFÍA:
Manual de primeros auxilios/ Cruz Roja. Public. Madrid: El País-Aguilar, D.L. 2010
BIBLIOGRAFÍA:
Manual de primeros auxilios/ Cruz Roja. Public. Madrid: El País-Aguilar, D.L. 2010
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